Las contraseñas son el principal mecanismo que ofrecen los distintos servicios para acceder como usuarios en sus sistemas, es decir, para registrarnos, acceder a nuestro espacio personal y hacer uso de los servicios que nos ofrecen necesitamos un nombre de usuario, que generalmente es el correo electrónico, y una clave o contraseña. Un proceso fácil y sencillo, si no fuera porque en muchos casos no nos aseguramos de que nuestras contraseñas cumplan unos requisitos mínimos de seguridad:
- Compuestas por al menos 8 caracteres que contengan mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.
- Diferentes para cada servicio que utilicemos.
- Que no sean palabras del diccionario, independientemente del idioma.
- Que no estén formadas por fechas, nombres o cualquier otra información personal fácilmente adivinable, ni tampoco por caracteres que estén consecutivos en el teclado, como pueden ser ‘12345678’ o ‘asdfghjkl’.
Además, en ocasiones ocurre que, pese a que nuestras contraseñas sean robustas, los servicios de los que somos usuarios pueden ser atacados y sufrir brechas de seguridad, de tal forma que dicha información puede quedar expuesta y ser filtrada en distintos foros de Internet, acabando en manos de cualquiera.
Para evitar que nadie acceda a nuestras cuentas, independientemente de si la contraseña es robusta o no, o porque haya acabado en manos de cualquiera por distintas razones, podemos configurar y activar la autenticación en dos pasos o doble verificación en nuestras cuentas.
De esta forma, siempre que iniciemos sesión en nuestras cuentas será necesario un paso adicional, y aunque los ciberdelincuentes tengan nuestras contraseñas, no podrán acceder a ellas, puesto que no tendrán acceso al código de verificación, protegiéndonos así de ataques, como el phishing o el robo de cuentas por medio de fugas de información.
¿Quieres saber más sobre cómo funciona este mecanismo de seguridad para proteger las cuentas? Echa un vistazo a la siguiente infografía. Cuando termines de verla te animamos a que lo actives en tus cuentas. Cuanto antes lo configures, más protegido estarás.
Fuente : Oficina de Seguridad del Internauta