La historia se repite.
Tras criminalizar públicamente a Huawei por supuesto (y probable) espionaje masivo al servicio del gobierno chino, estos días le tocaba el turno a la red social TikTok, que ya ha sido prohibida en India, y tiene todas las papeletas de pasar lo mismo en EEUU tras la petición de Donald Trump de este sábado, arrastrando posiblemente al resto de aliados occidentales.
Que al parecer TikTok es una herramienta de espionaje masiva gestionada por el gobierno chino (EN) para sacar datos de los adolescentes estadounidenses (y de medio mundo, ya dichos).
¿Qué hay de verdad en todo eso? ¿Qué impulsa al benevolente y calmado Donald Trump a impulsar esta campaña de desprestigio? ¿Qué ha hecho TikTok y China para merecerlo, o ya puestos, para contrarrestarlo? ¿Estamos ante otro movimiento más de esta guerra fría entre occidente y China?
Vamos a hablar de todo esto en profuncidad.
Índice de contenido [ocultar]
- 1 La base: todo lo que sabemos
- 2 Un problema de diferencias en la forma de entender los derechos
- 3 Volvamos al caso de TikTok
- 4 ¿Deberías dejar de utilizar productos de Huawei o Tiktok?
LA BASE: TODO LO QUE SABEMOS
Partimos de lo que realmente conocemos, que tanto en el caso de Huawei como en el de TikTok es más bien poco.
Se supone que el gobierno americano ha descubierto que ambas compañías están atacando a los intereses occidentales, y enarbolando la excusa de siempre (seguridad nacional), anima al resto de países a dejar de trabajar con estas compañías.
Sin embargo, de todas esas pruebas al usuario de a pie aún no ha llegado ninguna.
A lo sumo, y como ya comenté precisamente hace unos días en un artículo exclusivo para mecenas, sabemos gracias a la beta de la nueva versión de iOS que TikTok, junto con otras tantas aplicaciones muy conocidas, abusa del número de peticiones que hace al portapapeles del sistema. Es decir, que accede demasiado a lo que el usuario está escribiendo en el teclado de iOS.
Un tema del que por supuesto desde la compañía han corrido a asegurar que se trataba de un error (¡qué casualidad, oye!), y que ya han arreglado.
Huawei vende smartphones y tablets, pero al gobierno estadounidense lo que les preocupa es su negocio de infraestructura 5G, que de hecho es el trozo de pastel más jugoso de la compañía, y casualmente, donde lideran el mercado, con Europa y EEUU por detrás.
Y TikTok es, de nuevo, la red social del momento. Esa que está poniendo contra la pared a la todopoderosa (y estadounidense) Facebook, precisamente en un mercado crítico para el futuro (el de los adolescentes), habida cuenta de que alrededor del 40% de los jóvenes del país «de las oportunidades» la tienen instalada. Una app que todo apunta a que en efecto pide muchos más permisos de los que realmente necesita. Justo, fíjate tú, como Facebook o Instagram, que estos días hacía por cierto el paripé frente al Congreso de Estados Unidos defendiendo que no abusan de posición dominante (recordemos que tanto WhatsApp, como Messenger e Instagram son de Facebook) precisamente porque TikTok existe.
Y es que justo de esto quería hablar, porque si bien no voy a ser yo quien defienda la legitimidad del negocio de estas dos compañías chinas (están al final al servicio del gobierno de su país), veo algunas diferencias con el problema de la privacidad tal y como hemos vivido desde las tecnológicas occidentales. Esas mismas que, por cierto, YA SABEMOS que espiaban y están al servicio del gobierno del señor Donald Trump.
UN PROBLEMA DE DIFERENCIAS EN LA FORMA DE ENTENDER LOS DERECHOS
Para empezar, y esto creo que objetivamente todos estaremos de acuerdo, China históricamente no ha jugado con las mismas reglas que el resto en esto que se ha venido a llamar la macroeconomía del siglo XX y XXI.
El capitalismo y la globalización nos han traído cosas increíbles. Como, por ejemplo, que un servidor este mediodía haya podido comer comida china a domicilio viviendo en España. Eso y que tengamos en cualquier supermercado prácticamente cualquier producto de consumo que queramos a un precio aceptable, sea o no de temporada, se produzca en Andalucía o en Australia.
Y todo esto se debe a que las naciones han llegado a una suerte de «pacto de hombres» en las que, a cambio de que una baja los aranceles para productos que vende la otra en su país, la segunda haga lo propio con los productos que el primero produce.
Pues en este pacto China ha hecho y deshecho lo que le ha dado la gana. China se ha vuelto de facto uno de los principales puertos de fabricación y mano de obra del mundo, pero sin embargo, si tú quieres montar un negocio en China o pretendes vender algo de fuera, prepárate porque vas a encontrar trabas y más trabas.
Esa falta de reciprocidad es lamentable e inaceptable. Que cuando China era un país en vías de desarrollo todavía se entendía, pero hoy en día ya no.
El otro hecho, que bebe en parte del primero, viene dado por la falta de un estado de derecho como tal.
Volviendo al caso tecnológico, estos días en EEUU las 4 grandes compañías del momento (GAFA, a falta de Microsoft) han tenido que rendir cuentas ante el Congreso estadounidense para defender los puntos más grises de su negocio:
- Google y Facebook con la recopilación de datos,
- Amazon con el abuso de posición dominante supuestamente gracias al análisis de las empresas que venden en su plataforma,
- Apple por esas comisiones infladísimas que cobra por ofrecer tu aplicación en su ecosistema, con el añadido de que además es la única manera de hacerlo
Por Xataka analizaban las respuestas de cada uno (ES), que ya te digo yo que no van a sorprender a nadie.
El caso es que esto, aunque a fin de cuentas todo sea un paripé y como pasó por Europa a lo sumo se cierre con una multa que representa calderilla para estas compañías, EXISTE. Las empresas, y ojo, también los gobiernos, en un estado de derecho como el que tenemos en occidente tienen que rendir cuentas.
Donald Trump puede ser todo lo kamikaze que quieras, pero afortunadamente todo lo que quiere hacer tiene que pasar un proceso democrático para en efecto entrar en vigor (a no ser, claro, que se saque el as en la manga de la dichosa Seguridad Nacional).
Esto en China con el partido comunista no pasa.
¿El mejor ejemplo? Pues el cómo detuvieron en su día en Canadá a Meng Whanzou, heredera del imperio Huawei. La mujer está desde entonces detenida, pero en una mansión (la suya) totalmente comunicada, y por supuesto tiene todo el derecho de contratar a los mejores abogados que quiera (dinero no le falta) para defenderse de las acusaciones de espionaje.
Como respuesta China detuvo a dos canadienses llamados ambos Michael. La diferencia es que desde entonces (junio del año pasado) estas dos personas, a las que también se les acusa de supuesto espionaje, solo han podido hablar con sus familiares una vez, y se encuentran en paradero desconocido (ES), por supuesto sin acceso a ningún tipo de control internacional y/o abogados que certifiquen su seguridad.
A esto me refiero cuando digo que China no juega con las mismas reglas que Occidente, tanto económica como políticamente. En el país no existe un estado de derecho como tal, cosa que ya vimos con los recientes movimientos legislativos en Hong Kong que básicamente le va a permitir a China controlar aún más esta zona. El gobierno comunista se defendía aludiendo que las herramientas judiciales que ha impuesto en el país son semejantes a las que tienen la mayor parte de países occidentales, y eso es cierto. La diferencia nuevamente está en que esas mismas herramientas en un estado de derecho dependen de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), estando estas tres fuerzas en diferentes manos, y todas ellas bajo escrutinio del populacho. En China, y a partir de ahora en Hong Kong, estas tres fuerzas junto con la de la opinión pública, representada por el mass media, está únicamente bajo el paraguas del partido.
VOLVAMOS AL CASO DE TIKTOK
Volviendo al tema que me lleva a escribir estas palabras, detrás de TikTok está la empresa china ByteDance (EN), que ahora es acusada de servir de Caballo de Troya para las ansias imperialistas de gigante asiático.
Como decía, India, y se espera que pronto también en Japón, han prohibido su aplicación estrella y otra cincuentena más de apps chinas (EN). ¿Es porque en efecto hay pruebas del espionaje?
Pues si las hay, como pasó con Huawei, no se han hecho públicas. Lo que sí sabemos es que India lleva ya unos años en clara guerra fría con China (hasta el punto, por cierto, que ambas partes han acordado que si dos de sus patrullas se cruzan en la frontera pueden pegarse de ostias entre ellos siempre y cuando no utilicen las armas) por ese trozo de tierra yerma en el Himalaya. Y más de lo mismo con Japón, que ve a China ahora como su principal competidor tecnológico.
Y pasa lo mismo con EEUU. TikTok es la única aplicación que lidera el top de aplicaciones occidentales que no viene de occidente. Esa que el propio Zuckerberg, CEO de Facebook, catalogaba como su principal competidor.
Ahora bien, la compañía no se ha quedado de brazos cruzados, y hay que recordar que si bien por estos lares la conocemos con el nombre de TikTok, esta aplicación solo opera fuera del territorio chino (con gestión y almacenaje de datos DENTRO de EEUU), teniendo para China otra aplicación con la misma interfaz (pero base de datos en China) que se llama Doujin.
¿Es posible entonces que TikTok esté sacando información de su CPD en EEUU para el gobierno chino? Pues oye, posible es. Lo que sabemos hasta ahora es que todo su tráfico va cifrado, y siendo estrictos, puesto que a priori no maneja datos sensibles, y los que maneja lo hace en teoría únicamente para fines estadísticos, no queda claro por qué debería cifrarlos…
En todo caso parece que será algo que pronto podríamos saber con certeza, ya que la compañía ha anunciado que abrirá su código fuente (EN) para que cualquiera pueda auditarlo.
Y esto último sí me parece interesante, ya que abre la veda a que estas grandes compañías estén forzadas a demostrar a la sociedad qué hacen con nuestros datos.
Que ya veremos si queda solo en un caso aislado (o peor aún, en papel mojado), o en efecto es el camino a seguir… empezando precisamente por Facebook y su ecosistema, que como ya sabemos, hace tiempo que dejaron de ser herramientas en las que podemos confiar.
Así que así están las cosas.
¿DEBERÍAS DEJAR DE UTILIZAR PRODUCTOS DE HUAWEI O TIKTOK?
Sinceramente, y al menos con la información que tenemos hasta el momento, no me atrevo a decir tal cosa.
Todo huele más a esa guerra fría económica entre EEUU y China. Una guerra fría que tiene como objetivo, en primera instancia, asegurarle a EEUU seguir liderando una carrera tecnológica que ya parece haber perdido (big data y 5G son dos términos cada vez más asociados con China), y no tanto por el posible espionaje del gigante asiático.
Ayer fue Huawei, hoy es TikTok, a ver cuánto tardan en ir a por Xiaomi y Alibaba.
Fuente : Eset